martes, 20 de octubre de 2009

Septem Sermones ad Mortuos

C.G. Jung y la Tradición Gnóstica

Se trata de un opúsculo escrito por C.G. Jung en 1916 como regalo para sus amigos íntimos. Nunca lo firmó, mas bién lo consideraba un exceso de juventud, y mientras vivió nunca fué publicado. Pero a la larga, en sus memorias, terminó autorizando su publicación, con la excepción de la explicación de un misterioso anagrama al final del Séptimo Sermón. Según se cuenta, Jung escribió Los VII Sermones a Los Muertos de una manera extra-ordinaria, buceando en lo profundo del Inconsciente, en donde hizo contacto con uno de los Arquetipos, en este caso el del Anciano, el Maestro, el Gurú, El Sabio, a quién Jung puso el nombre de Filemón, siendo éste quién le dictara el texto, en una especie de escritura automática, aunque Jung literariamente lo atribuyera a Basílides de Alejandría. El texto en sí cita claramente terminología gnóstica, y al relacionarlo con Basílides, confirma sin lugar a dudas su conexión con ésta tradición. Se reconoce en Basílides a uno de los Gnósticos de más renombre, oriundo de Alejandría, en donde vivió y enseñó alrederor de los años 120 ó 140 dne. Sus doctrinas se conocen gracias a Hipólito de Roma e Irineo de Lyon, quienes le adversaron y combatieron con firmeza.


Los Siete Sermones a los Muertos

por Carl Gustav Jung



Las siete enseñanzas de los muertos. Escritas por Basílides de Alejandría, la ciudad en que Oriente linda con el Occidente.


PRIMER SERMÓN

Los muertos regresaron de Jerusalén, donde no hallaron lo que buscaban. Me pidieron permiso para entrar y solicitaron enseñanza de mí y así yo les enseñé:


Oíd:

Yo comienzo en la nada.

La
Nada es lo mismo que la Plenitud.

En la infinitud hay tanto lleno como vacío.

















La Nada es vacía y llena.

Vosotros podríais igualmente decir otra cosa de la nada, por ejemplo que es blanca o negra, o que no existe o que existe.

Lo infinito y eterno no tiene propiedades porque tiene todas las propiedades.

PLEROMA

Imagen digital por:
Doktor Gnómegang 2009


La Nada o lo Pleno lo llamamos nosotros PLEROMA. Ahí dentro se deja de pensar y de existir, pues lo infinito y eterno no tiene propiedad alguna.

En él no existe nadie, pues entonces se distinguiría del Pléroma y tendría propiedades que le diferenciarían como algo del Pléroma.

En el Pléroma es nada y todo: no es posible pensar sobre el Pléroma, pues ello significaría diluirse a sí mismo.

La CREATUR no es en el Pléroma sino en sí. El Pléroma es principio y fin de la Creatur.

CREATUR
Imagen digital por: Doktor Gnómegang 2008

Atraviesa por ella y por entre ella, como la luz del sol penetra el aire por todas partes.

Aunque el Pléroma la penetra totalmente, la Creatur no tiene, sin embargo, parte alguna en ello, del mismo modo que un cuerpo completamente transparente no deviene claro ni oscuro por la luz que le atraviesa.

Pero nosotros mismos somos el Pléroma, pues somos parte de lo eterno e infinito.

Pero no tenemos participación en ello sino que estamos distanciados del Pléroma infinitamente, no espacial o temporalmente sino ESENCIALMENTE, en cuanto nos diferenciamos en esencia del Pléroma como Creatur, que está limitada en el espacio y en el tiempo.

Sin embargo, en cuanto somos parte del Pléroma, también el Pléroma está en nosotros.

Incluso en el punto más pequeño el Pléroma es infinito, eterno y completo, pues pequeño y grande son propiedades que están contenidas en él.

Es la Nada que es en todas partes total e inevitable. Por ello hablo yo de la Creatur como una parte del Pléroma sólo a modo de imagen, pues el Pléroma no está realmente dividido en ningún aspecto, pues es la Nada.

Nosotros somos también todo el Pleroma, pues, a modo de imagen, el Pleroma es el punto más pequeño sólo apuntado, no existente, en nosotros y la infinita bóveda del mundo que está a nuestro alrededor.

¿Por qué, sin embargo, hablamos del Pléroma en general, si es todo y nada? Hablo de ello por empezar en algún sitio, y para desengañaros de que en algún sitio, fuera o dentro, exista algo determinado de antemano fijamente o de algún modo.

Todo lo denominado fijo o determinado es sólo relativo. Sólo lo que está arrojado al cambio es fijo y determinado.

Pero lo cambiable es la Creatur; es, pues, ella lo único fijo y determinado, pues tiene propiedades, ella misma es Propiedad. Planteamos la cuestión:

¿Cómo surgió la Creatur? Las creaturas han surgido, pero no la Creatur, pues es la propiedad del Pleroma mismo, como también la no-creación, la muerte eterna.

Creatur existe siempre y en todas partes, Muerte existe siempre y en todas partes. El Pléroma lo tiene todo, diferenciación e indiferenciación.

La diferenciación es la Creatur. Es diferenciada. Diferenciación es su esencia, por ello se diferencia ella también. Por ello se diferencia el Hombre, pues su esencia es diferenciable.

Por ello diferencia él también las propiedades del Pléroma que no existen. Las diferencia a partir de su esencia.

Por ello el Hombre debe hablar de las propiedades del Pléroma, que no existen.

SEGUNDO SERMÓN

Los muertos seguían por la noche a lo largo de los muros y gritaban: Sobre Dios queremos saber.

¿Dónde está Dios? ¿Está muerto Dios? Dios no está muerto, es tan vivo como siempre. Dios es Creatur, pues es algo determinado y por ello diferenciado del Pléroma.

Dios es propiedad del Pléroma y todo cuanto digo de la Creatur, vale también para Él.

Sin embargo, se distingue de la Creatur en que es mucho menos claro y más indeterminado que la Creatur.

Es menos diferenciado que la Creatur, pues el principio de su esencia es plenitud verdadera y sólo en cuanto es determinado y diferenciado es Creatur y en cuanto es la patentización de la verdadera plenitud del Pleroma.

Todo cuanto no diferenciamos cae en el Pléroma y se anula con su oposición. Por ello cuando no diferenciamos a Dios, la verdadera plenitud deja de existir para nosotros.

Dios es también el Pléroma mismo, del mismo modo que cada punto ~o en lo creado y en lo increado es el Pleroma mismo.

El vacío actuante es la esencia del Demonio. Dios y Demonio son las primeras patentizaciones de la Nada, que nosotros llamamos Pléroma.

Es indiferente si el Pléroma existe o no existe, pues se anula a sí mismo en todo.

No es así con la Creatur. Dios y Demonio, en cuanto son Creaturas, no se anulan, sino que existen opuestamente como contra ríos actuantes.

No necesitamos prueba alguna de su existencia, basta que debemos siempre hablar de ellos de nuevo.

Incluso aunque ambos no existieran, la Creatur, a partir de su naturaleza de diferenciación, los diferenciaría de nuevo M Pléroma.

Todo lo que adquiere su diferenciación a partir M Pléroma es antinomia, por ello siempre a Dios le corresponde el Demonio.

Esta mutua pertenencia es tan íntima y, como vosotros habéis experimentado, también tan indisoluble en vuestra vida como el Pléroma mismo.

Ello proviene de que ambos están muy próximos al Pleroma, en el que todos los contrarios dejan de existir y son uno. Dios y Demonio son distintos por el lleno y el vacío, engendramiento y destrucción. Lo ACTUANTE les es común.

Lo Actuante les une. Por ello lo Actuante está por encima de ellos y es un Dios por encima de Dios, pues unifica lo Pleno y el Vacío en su acción.

Éste es un Dios del que vosotros nada sabíais, pues los hombres lo olvidaron. Nosotros le denominamos por su nombre: ABRAXAS.

Es todavía más indeterminado que Dios y Demonio Para diferenciar a Dios de él, llamamos a Dios HELIOS o Sol.

Abraxas es acción, frente a él no hay nada sino lo irreal, por ello su naturaleza activa se despliega libre. Lo irreal no existe y no se opone. Abraxas está por encima del Sol y por encima del Demonio.

Es, lo improbable, probable; lo irreal, activo.

Si el Pléroma tuviera una esencia, Abraxas sería su manifestación.

Es ciertamente lo activo mismo, pero ninguna acción determinada, sino acción en general.

Es irreal activo, porque no tiene acción determinada alguna. Es también Creatur, puesto que se diferencia del Pléroma.


El Sol tiene una acción determinada,
al igual que el Demonio; por ello
nos parecen mucho más
actuantes que el Abraxas
indeterminable.

Es Fuerza, Duración, Transformación.







Aquí los muertos levantaron un gran tumulto, pues eran cristianos.


TERCER SERMÓN


Los muertos avanzaron como niebla a través de los pantanos y gritaron: Háblanos más sobre el supremo Dios.


Abraxas es el Dios difícilmente reconocible. Su poder es el supremo, pues el Hombre no lo ve.

Del Sol ve el summum bonum, del Demonio el infimum malum, de Abraxas, sin embargo, la VIDA indeterminada en todos los aspectos que es la madre del bien y del mal.

La Vida parece ser más pequeña y más débil que el summum bonum, razón por la cual resulta difícil pensar que Abraxas supere en poder incluso al Sol, que es, sin embargo, la fuente iluminante de toda fuerza de vida misma.

Abraxas es el Sol y a la vez el abismo eternamente arrollador del Vacío, del empequeñecedor y disgregador, del Demonio.

El poder de Abraxas es ambivalente.
Vosotros no lo veis pues en vuestros ojos lo opuestamente orientado de este poder deja de ser.

Lo que Dios Sol dice es vida.
Lo que dice el Demonio es muerte.
Abraxas, sin embargo, dice la palabra digna y condenada, que es a la vez vida y muerte.
Abraxas produce verdad y mentira, bien y mal, luz y tinieblas en la misma palabra y en el mismo acto.
Por ello es Abraxas temible.

PAN

Es soberbio como el león en el instante en que vence a su víctima.
Es bello como un día de primavera. Sí, es el gran Pan mismo y el pequeño.

Mercurio-Príapo

Es Príapo.
Es el monstruo del averno, un pólipo con mil brazos, serpiente alada, furia.
Es el Hermafrodita del principio más inferior.
Es el Señor de las ranas y los sapos, que viven en el agua y suben a la tierra, que cantan al mediodía y a medianoche.
Es el Lleno que se une con el Vacío.
Es la cópula sagrada, es el amor y su homicidio,
Es el santo y su traidor.
Es la más clara luz del día y la más profunda noche del absurdo.

Verle significa ceguera,
Conocerle significa enfermedad,
Rezarle significa muerte,
Temerle significa sabiduría,
No oponerse a Él significa salvación.

Dios vive detrás del sol, el Demonio vive detrás de la noche. Lo que Dios engendra a partir de la luz, el Diablo lo arrastra a la noche.

Pero Abraxas es el mundo, su devenir y dejar de ser mismo. A cada ofrenda del Dios Sol el Demonio presenta su maldición.

Todo cuanto solicitáis de Dios Sol, produce un acto del Demonio. Todo cuanto creáis con Dios da al Demonio poder de actuación.

Esto es el terrible Abraxas.

Es la Creatur más poderosa y en él la Creatur se horroriza a sí misma.
Es la colisión patente de la Creatur contra el Pléroma y su nada.
Es el horror del hijo ante la madre.
Es el amor de la madre por el hijo.
Es el encanto de la tierra y la crueldad del cielo.

El Hombre queda paralizado ante su semblante.
Ante él no hay preguntas ni respuestas.

Es la vida de la Creatur.
Es la acción de la diferenciación.
Es el amor de los hombres.
Es el habla de los hombres.
Es la claridad y la sombra del hombre.
Es la ilusoria realidad

Aquí los muertos aullaron y se enfurecieron, pues eran imperfectos.


CONTINUARÁ


Más información:
http://es.wikipedia.org/wiki/C.G._Jung
http://www.gnosis.org/library/7Sermons.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Bas%C3%ADlides
http://es.wikipedia.org/wiki/Gn%C3%B3sticos
http://es.wikipedia.org/wiki/Inconsciente_colectivo
http://es.wikipedia.org/wiki/Escuela_de_Alejandr%C3%ADa
http://es.wikipedia.org/wiki/Septem_sermones_ad_mortuos
http://www.geocities.com/renacer_colombia/serrano/circulo/j11.htm

domingo, 4 de octubre de 2009

Rayos Vibrados en el Templo de Atenea Pronaia, Delfos

RAYOS VIBRADOS

Por: Pyrón de Khios

Por considerar que es apropiado, traigo hasta este blog, desde los archivos del Rincón Secreto, esta entrada que ya parecía perdida, y podría ser de interés para los que siguen éste sitio.
Doktor Gnómegang

Pyron de Khíos
s había prometido que no volvería a escribir estas entradas kilométricas y aburridas, pero he aquí que me he encontrado con algo de lo mas interesante (para mí, no sé a vosotros), y la promesa aquella parece que ha pasado a mejor vida. Releyendo mis rollos de historia antigua de Hélade (que son en demasía) me he topado con algo que me ha llamado poderosamente la atención, y sinembargo nunca he visto ningún comentario al respecto, por lo que me gustaria conocer la opinión de vosotros que me honran leyendo lo que aquí manuscribo. Cito:


Heródoto,
Libro VIII.

Urania.


"...XXXVII. Al estar tan cerca los bárbaros invasores que ya alcanzaban a ver el templo (de Delfos), entonces el adivino Acerato, que así se llamaba, observa y ve delante del templo mismo unas armas sagradas, que de lo interior del santuario habían sido allí transferidas, armas que sin horrendo sacrilegio de mano de ningún hombre podían ser tocadas. Váse el adivino a dar noticia del prodigio a los delfios que allí quedaban, cuando en este intermedio de tiempo, acercándose los bárbaros a toda prisa y estando ya delante del santuario de Athena Pronaia, sobrecógenles nuevos portentos mucho mayores que el que llevo notado. No digo que no fuese un prodigio estupendo el que se dejasen ver allí delante del templo unas armas de guerra salidas fuera de él por sí mismas; repito, sí, que los portentos que a este primero se siguieron son los más maravillosos que jamás en el mundo hayan sucedido; porque al ir a acometer ya a la capilla los bárbaros vecinos de Athena Pronaia, caen sobre ellos unos rayos vibrados del cielo; dos riscos desgajados con furia de la cumbre del Parnaso bajan precipitados hacia ellos con un ruido y fragor espantosos, cogen y aplastan a no pocos, y dentro del templo mismo de la Pronea se levanta grande algazara y gritería.

XXXVIII. Con tanto prodigio junto en un mismo tiempo y lugar, apoderóse de los bárbaros el asombro y pavor, y avisados los delfios de que tomaban la fuga, bajaron del monte e hicieron en ellos gran destrozo y matanza. Los que de ella se libraron íbanse en derechura escapando a la Beocia, diciendo, ya restituidos a ella, según he oído referir, que otros prodigios habían visto todavía, pues dos hoplitas o infantes, cuyo talle y gallardía eran cosa menos humana que divina, les iban persiguiendo en la fuga.


XXXIX. Pretenden los delfios que eran estos infantes los dos héroes paisanos suyos, Filaco y Antonoo, cuyas capillas están cerca del templo; la de Filaco, al lado mismo del camino sobre el santuario de Pronea; la de Antonoo, cerca de Castalia, bajo la cumbre Hiampia. Los peñascos caídos del Parnaso se conservan aun en mis días echados en la capilla de Minerva Pronea, a la cual fueron a parar pasando por medio de los bárbaros. Tal fue la retirada del destacamento enviado al templo".
Hasta aquí, he citado a Don Heródoto.-
De interés primario, he encontrado digno de resaltar lo siguiente, veamos:

Armas Sagradas. Si, es posible hablar de esto, como sean Lanzas, Dagas, Espadas, Cascos o Escudos que hubieran pertenecido a algun héroe antiguo, o atribuidas a algún dios.


Título: Armas Sagradas I
Autor: Doktor Gnómegang
2008

Sin horrendo sacrilegio de mano de ningún hombre podían ser tocadas. Esto implica que conocian de su ubicación dentro del templo, (el interior del santuario) pero por alguna terrible razón no las estudiaban. Aquí la cosa va mas extraña, pues hablamos de gente a su manera religiosa (no eran sacerdotes), y estos en Grecia nunca se consideraron a sí mismos mas que hombres, por lo que es cosa rara y de maravillar que se estén autoexcluyendo del manejo de las cosas del templo. Elucubraciones para saltarse un impedimento semejante, (el sacrilegio) no hubieran de faltar, incluso inducidos por alguna Pitia de corto alcance.

Sobrecógenles nuevos portentos mucho mayores.
Aquí solo cabe la imaginación, pero el detalle es interesante, para aderezar la historia.

Título: Armas Sagradas II
Autor: Doktor Gnómegang
2008

Salidas fuera de él por sí mismas.
Salidas del templo por si mismas... ¿Control Remoto? ¿Tenían patas o ruedas? ¿Levitaron o se arrastraron? ¿"...de allí me quité y aquí me puse"?

Son los más maravillosos que jamás en el mundo hayan sucedido.
Gente habituada a escuchar portentos de los dioses e historias maravillosas de Héroes y Titanes, incluso contarlas (e inventarlas) ellos mismos, es extraño que se expresen así, en detrimento de aquellas. Recordad que estaban en medio de un asalto al templo, y la excitación debe haber sido mayúscula, con poco tiempo para la charlatanería.

Caen sobre ellos unos rayos vibrados del cielo.
Esta es buena. Un rayo se refiere a luz, vibración se refiere a sonido. Pero vibrado, ¿Vibrado? ¿Qué es un rayo vibrado? ¿Un rayo vibrante? ¿Un rayo de pulsos luminosos acelerados, que emitía vibraciones sonoras o ambas cosas a la vez?
asta donde se, las lanzas y las espadas sagradas nunca han lanzado Rayos Vibrados ni sin vibrar, ni en Grecia ni en ninguna parte del mundo; pero los dioses si, que para eso lo son y sus rayos pueden ser vibrados o no, o como se les peguen las ganas. Por cierto, en nuestros dias sí hay artilugios que lanzan rayos vibrados, aunque ahora no tenemos ni dioses ni Aceratos.

e llama la atención lo siguiente: ¿Que necesidad tenia el Adivino Acerato de inventarse lo de las Armas Sagradas (que por cierto, los residentes del templo conocian su existencia, evidentemente) o mejor dicho, de que salieran por sí mismas, cuando bién pudo decir, o posteriormente exagerar, que el mismo dios Apolo habia sacado y usado las armas, o mejor que Atenea o el mismisimo Ares (lease cualquier dios que convenga a la histora de que se trata) había venido en persona a defender el templo?
n verdad, que es una situación embarazosa para cualquier investigador. Porque es evidente que algo portentoso ocurrió, con armas o sin ellas, pero con Rayos Vibrados, en cuyo último caso nada mas fácil que hechar mano a los dioses y los investigadores hubieran podido dormir tranquilos. Pero no, al dichoso Acerato no le cupo la menor duda de que tenia que hablar de las fastidiosas armas, (algo muy humano cuando se es dicharachero, se vive en parajes solitarios y se conocen secretos) luego vaya uno a saber a donde fueron a parar éstas una vez pasada la contienda.

i opinión? Que algo terrible e incomprendido se ocultaba en el interior del santuario del Templo de Delfos; sus administradores, adivinos y acólitos le llamaron armas sagradas por su capacidad destructiva y letal potencialidad, habida cuenta que lanzaban "rayos vibrados".

Pyrón de Khíos