domingo, 28 de marzo de 2010

Dos Cuentos Sobre la Búsqueda Espiritual


Estos son dos cuentos sufies contenidos en el maravilloso libro La Sabiduría de Los Idiotas, del escritor sufí Sayyed Idries Shah. Se lo dedico especialmente a Agni. Espero que sea del agrado de todos.

Agni


Idries Shah.



AHRAR Y LA PAREJA DE RICOS

mirudin Arosi, procedente de una familia conocida por su apego a
las creencias de una secta de entusiastas,
encontró a un sabio y le dijo:







urante muchos años, mi mujer y yo hemos intentado con determinación seguir la vía derviche. Conscientes de que sabíamos menos que muchos otros, nos hemos contentado durante largo tiempo con gastar nuestra riqueza en la causa de la verdad. Hemos seguido a personas que han asumido la responsabilidad de la enseñanza, y de los que ahora dudamos. Sentimos pena, no por lo que hemos perdido en donaciones para empresas comerciales, derrochadas a manos de nuestros últimos mentores en nombre de la Tarea, sino más bien por el desperdicio de tiempo y esfuerzo, así como por las personas que todavía se encuentran sometidas a quienes de forma engañosa se autodenominan maestros, personas que viven con total despreocupación en una casa que llevan dos falsos sufíes, en un ambiente de anormalidad.”

l sabio, al que la tradición llama Khwaja Ahrar, el Señor de lo Libre, respondió:
"Os habéis arrepentido de vuestra adhesión a esos “maestros” de imitación, pero todavía no os habéis arrepentido de vuestro amor propio, que os hace experimentar una responsabilidad hacia los prisioneros de lo falso. Muchos de los prisioneros también están atrapados en la telaraña del engaño, porque desean un conocimiento fácil.”

“¿Qué tenemos que hacer?”

enid a mí con un corazón abierto y sin condiciones, aunque esas condiciones sean el servicio a la humanidad o que yo me muestre a vosotros como un ser razonable”, dijo el Maestro, “porque la liberación de vuestros compañeros es asunto de especialistas, no de vosotros. Incluso vuestra capacidad para formaros una opinión sobre mí está deteriorada, y yo por lo menos me niego a depender de ella”.
ero, sin prestar mucha atención, Arosi y su mujer, temerosos de estar equivocándose de nuevo, siguieron adelante, buscando a otra persona; alguien que pudiera consolarles. Y lo consiguieron. Se trataba de otro fraude.

olvieron a pasar los años, y la pareja volvió a casa de Khwaja Ahrar.


emos venido, en total sumisión”, dijeron al guardián de la puerta, “a ponernos en manos del Señor de lo Libre, como si fuéramos cadáveres en las manos del que lava a los muertos”.


uena gente”, respondió el portero, “vuestra decisión es magnífica, propia de personas que el Señor de lo Libre no dudaría en aceptar como discípulos. Pero no tendréis en esta vida una segunda oportunidad, porque Khwaja Ahrar está muerto”.


Los signos de santidad fueron visibles en Khwaja Ahrar (Q) desde su niñez. Este soliía decir:
"Desde los tres años, he estado en La Presencia de Allah. Cuando yo estudiaba El Qur'an con my maestro, mi corazón estaba en la Presencia de Dios. Y yo pensaba que a toda la gente le sucediía igual que a mí".

The signs of sainthood were visible in him since his childhood. Khwaja Ahrar (Q) used to say: "from the age of three years, I was in the Presence of Allah. When I studied the Qur'an with my teacher my heart was in God's Presence. I used to think that all people were like that."

http://www.nfie.com/welcome/blog/2009/12/hazrat-ubaidullah-ahrar-q.html




LA FRUTA DEL CIELO

abía una vez una mujer que había oído hablar de la Fruta del Cielo y la codiciaba. Entonces le preguntó a cierto derviche, a quien llamaremos Sabar:

“¿Cómo puedo encontrar esta fruta, para conseguir el conocimiento de forma inmediata?”

arías mejor en estudiar conmigo”, dijo el derviche.
“Si no lo haces, tendrás que viajar con
determinación y sin descanso
por todo el mundo.”


a mujer lo abandonó y buscó a otro derviche, Arif el Sabio; y después encontró a Hakim, el Docto; luego a Majzub, el Loco;
más tarde, a Alim, el Científico,
y muchos más...

asó treinta años buscando, al cabo de los cuales llegó a un jardín.
Allí se encontraba el Árbol del Cielo, de cuyas ramas
pendía la resplandeciente Fruta del Cielo.



e pie junto al Árbol estaba Sabar, el primer derviche.

“¿Por qué cuando nos encontramos por primera vez no me dijiste que tú eras el Guardián de la Fruta del Cielo?”, le preguntó.

orque en aquel momento no me habrías creído. Además, el Árbol sólo produce fruta una vez cada treinta años y treinta días.”


Sobre Idries Shah:


viernes, 5 de marzo de 2010

Himno a Isis


En el més dedicado a Isis, cuyo día se celebra el 5 de Marzo, he querido, (porque sí), dedicarle esta entrada. Pueda ésta ser
bién acogida.

Himno a Isis

Fragmento de los
Papiros de Nag Hammadi


Yo vengo del poder
Y he venido hacia los que piensan en mí

Y he sido encontrada entre los que me buscan.


Miradme los que pensáis en mí

Y vosotros que oís, oidme.

Los que me estáis esperando,
Acogedme junto a vosotros;

Y no me apartéis de vuestra vista;
Y que no me ódie

Ni vuestra voz ni vuestro oído;

Y no me ignoréis en lugar

Ni tiempo alguno.


¡Manteneos alertas!

No me ignoréis.

Pues yo soy la primera y la última,

La honrada y la despreciada,
La puta y la santa,
La esposa y la virgen,

La madre y la hija,
Los miembros de mi madre,
La estéril y la que tiene muchos hijos.

Yo soy aquella bién casada
Y no he tomado esposo,

La comadrona y la que no da a luz,
El consuelo de los dolores de parto,
Yo soy la novia y el novio;

Y mi marido fué quien me engendró.


Yo soy la Madre de mi Padre
Y la hermana de mi marido;
Y El es mi vástago.
Yo soy la esclava del que me preparó
Y la dominadora de mi vástago;
Pero El es quien me engendró
Antes del tiempo del nacimiento,
Siendo El mi vástago en el tiempo;
Y mi poder procede de El.

Yo soy el cayado de Su poder en Su juventud

Y El es el báculo de mi vejez;
Y lo que quiere El es lo que me sucede.

Yo soy el silencio incomprensible,

La idea cuyo recuerdo es frecuente,
La voz de múltiples sonidos
Y la palabra de múltiple apariencia.
Yo soy la pronunciación de mi nombre.

¿Por qué me amáis los que me odiáis

Y me odiáis los que me amáis?
Los que me negáis, confesadme;
Y los que me confesáis, negadme.
Los que decís la verdad sobre mí,
Mentid sobre mí;
Y los que habéis mentido sobre mí,
Decid la verdad sobre mí.
Los que me conocéis, ignoradme;
Y los que no me habéis conocido, conocedme.

Pues yo soy el conocimiento y la ignorancia.
Yo soy la vergüenza y la osadía;
Soy una desvergonzada y estoy avergonzada,
Soy poderosa y estoy atemorizada,
Soy la guerra y la paz.

Prestadme atención:

Yo soy la desgraciada y la más grande.
Prestad atención
A mi pobreza y a mi riqueza.

No seáis arrogantes conmigo
Cuando sea arrojada sobre la tierra:
Me encontraréis en los que vendrán.
Y no me consideréis en el montón de estiercol,
Y no vayáis y me dejéis abandonada:
Y me encontraréis en los reinos.
Mas no me miréis cuando esté exiliada
Entre aquellos que han caído en desgracia
Y en el más remoto lugar,
Y no me abandonéis
Entre aquellos que han de ser asesinados.

Pero yo,

Yo soy compasiva y cruel.

¡Manteneos alertas!

No odiéis mi obediencia
Y no améis mi autocontrol
No me abandonéis en mi debilidad;
Y no tengáis miedo de mi poder
...

Ast (Isis)


Créditos:
Fragmentos del himno a Isis
que pulula por Internet

Imágen de Isis alada,
Dominio Público

Fotos De Isis, bajo Creative Commons;

de la colección egipcia del Doktor Gnómegang.-